Chesterton
con meridiana sapiencia dijo: “Los cuentos superan a la realidad, no porque nos
digan que los dragones existan… sino porque nos dicen que pueden ser vencidos”
Pues
hay un cuento hindú que dice: “Que un rey muy rico de la India, tenía fama de
ser indiferente a las riquezas materiales y ser de profunda religiosidad, cosa
un tanto inusual para un personaje de su categoría.
Movido
por la curiosidad, un súbdito quiso averiguar el secreto del soberano para no
dejarse deslumbrar por el oro, las joyas y los lujos excesivos, que
caracterizaban a la nobleza de su tiempo.
El
hombre después de saludarlo, le preguntó:
—
Majestad, ¿cuál es su secreto para cultivar la vida espiritual en medio de
tanta riqueza?
—
Te lo revelaré, –dijo el Rey– si recorres mi palacio para comprender la
magnitud de mi riqueza. Pero lleva una vela encendida. Si se apaga… ¡te
decapitaré!
Al
término del paseo, el rey le preguntó: — ¿Qué piensas de mis riquezas?
—
No vi nada –respondió el hombre–, sólo me preocupé de que la llama no se
apagara.
—
Ese es mi secreto –dijo el Rey– estoy tan ocupado avivando mi llama interior,
que no me interesan las riquezas de fuera.”1
Cuando
avivas tú llama interior vives con amor y pasión cada instante de tu vida,
contactas con lo más íntimo de ti mismo, entonces, como por arte de magia,
eliminas el miedo, el ego, el dolor y los apegos; te liberas de la necesidad de
ser el dueño de la razón, sin saber ¿Cómo? o ¿Por qué?, brota un ser renovado,
que hace de tu alma un refugio Divino.
Al
avivar tú llama interior, escuchas tu corazón, que tiene respuestas que la
sabiduría desconoce; despabilas tu camino al someterte a las duras pruebas de
la existencia, se forma tu carácter luchando en la tempestad; reconoces que la
razón de tu vida, está en el deleite y la felicidad de encontrarte contigo
mismo.
Al
avivar tú llama interior, fortaleces tu carácter, haces que el amor y la
felicidad te sigan, transformas tu mundo, vives con una sorprendente calidad y
calidez humana, a cada paso expresas el amor incondicional que vive en ti, que
te ayuda a que la historia de tu vida valga la pena.
Cuando
avivas tú llama interior, iluminas tu camino, aprendes a dar sin condición,
eliminas odios y resentimientos, consolidas la paz de tu alma, alcanzas la
mejor de las conquistas, la de ti mismo, entonces disfrutas plenamente cada
instante de la fuerza de la vida.
Avivar
tú llama interior, revoluciona tu alma, te lleva al despertar íntimo, que te
enseña que el amor va de la mano del perdón, que te reencuentra con la grandeza
de la naturaleza de tu ser holístico, que hace que brote una fuerza espiritual
inconmensurable.
Al
avivar tú llama interior, aprendes los caminos secretos del universo, reconoces
que nadie llega de imprevisto a tu vida, porque dos almas no se cruzan por
casualidad.
Cada
persona que llega a ti, aviva tú llama interior, es un maestro portador de una
enseñanza, unos traen miedos y odios, unos traen paciencia, otros tolerancia,
otros armonía, Luz Divina y entusiasmo, cada uno es un gajo de sabiduría para
ti, que te enseña que la felicidad no depende del poder o del dinero, sino de
la paz, del equilibrio que hay en tu interior, de lo que piensas y sientes en
el aquí y el ahora.
Avivar
tu llama interior, es hacer tuyas las enseñanzas de la inteligencia de tu
Maestro Divino, para vivir en armonía con el universo, tomando conciencia de
tus pensamientos y sentimientos, accesando a una comunicación renovada con tu
trinidad mente-cuerpo-alma, con el Ser de luz que eres, para que brilles con la
intensidad del sol y vivas a plenitud tu paz interior y alegría.
A
propósito, “Un sacerdote aficionado a la ornitología, en la sacristía tenía
doce pájaros. Todos los días los soltaba para que volaran y éstos siempre
regresaban a sus jaulas. Pero un día sólo regresaron once, así que el
sacerdote, aprovechando el gentío de la misa de 12 del domingo, preguntó:
—
¿Quién tiene un pájaro? Todos los hombres se levantaron.
—
Disculpen, no me expliqué bien. ¿Quién ha visto un pájaro? Todas las mujeres se
levantaron.
—
¡No, no! lo que quiero decir es: ¿Quién ha visto mi pájaro?
¡TODAS LAS MONJITAS SE LEVANTARON…!”
1https://sabiasmoralejas.wordpress.com/tag/cuentos-con-moralejas/page/4/
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