viernes, 28 de agosto de 2015

¡SOR…PRESA!

El excepcional poeta, músico, filósofo y novelista bengalí, Rabindranath Tagore, afirmó con nítida sabiduría: “La vida es la constante sorpresa de saber que existo”  Y lo digo, porque cada nuevo amanecer, cuando abro mis canales a que la vida me sorprenda… ¡Me sorprende!


Por la noche –en el pedazo de cielo que es nuestro hogar– al conciliar el sueño, hacemos planes para el día siguiente y en el nuevo amanecer nos sorprende con la alborada que nace especialmente para nosotros, dejándonos la lección que hay que ser como los niños, que jamás dejan de sorprenderse con las cosas bellas de la vida.


Lo anterior lo traigo a estas líneas debido a que la semana pasada, invitado por el querido matrimonio formado por mis amigos: maestros Héctor Arreola Soria y Lorena Ibarra de Arreola, fui invitado a impartir una conferencia a la capital del hermoso Estado de Durango.


Primero, me sorprendió un auditorio repleto –atento, afable, afectuoso conmigo– lleno de prestigiados invitados de la sociedad civil, que durante dos horas tuvieron la amabilidad de escuchar mis modestas reflexiones.
Segundo, me sorprendió el arraigo y afecto del que Héctor Arreola y su señora esposa Lorena, gozan entre la sociedad duranguense, especialmente entre los jóvenes y las mujeres, manifestación clara de una vida dedicada a sembrar amigos y a servir.


Tercero, me sorprendió la enorme calidad humana y política del Gobernador C.P. Jorge Herrera Caldera, que ha trabajado incansablemente para modernizar y hacer más competitivo al Estado, quien amablemente se tomó el tiempo para saludarme vía telefónica, –muestra clara de la fina anfitrionía duranguense– gracias a los buenos oficios de su Secretario Particular Profr. Carlos Avilés Acosta.


Cuarto, me sorprendió el gran impulso para crear un sistema de 9 Universidades: 6 Tecnológicas y 3 Politécnicas, entre ellas 2 de modelo bilingüe, en donde los jóvenes –que muchos de ellos son el primer profesional que habrá en su familia– estudian en inglés, egresando con los conocimientos de su profesión y adicionalmente dominando el inglés, el idioma del mundo. El modelo anterior es una posibilidad de elevar la competitividad, desarrollado por el Maestro Héctor Arreola, apoyado en el Estado por el Gobernador Jorge Herrera e impulsado en el país por Lic. Emilio Chuayffet Chemor y por el Presidente Enrique Peña Nieto.


Quinto, me sorprendió que uno de los Estados geográficamente más grandes del país, que anteriormente estaba poco accesible, con una infraestructura modesta, haya cambiado radicalmente al modernizar su infraestructura, además HOY goza de una cara atractiva en su imagen urbana y de excelente equipamiento.


Sexto, me sorprendió que hace dos años en el mes de enero del 2013, recibí correspondencia por correo, era una carta elaborada en máquina de escribir, en verdad que tenía años y felices días de no leer una tecleada en ella, en cuyo sobre no tenía domicilio, sólo decía: “Favor de entregar al Filósofo de Güémez, vive en Tamaulipas”


Séptima, mi sorpresa fue que sin tener mi domicilio particular, gracias a la eficiencia de los carteros de México ¡LLEGÓ! era de uno de mis amables lectores del Estado de Durango, Don Ángel Martínez Ríos.
Octava sorpresa, al concluir mi Conferencia, un hombre de edad avanzada, con los ojos llorosos se me acercó y me dijo: Soy Ángel Martínez, el que hace dos años le envió una carta, nos abrazamos… lloramos juntos de alegría.


Soy un Filósofo agradecido con DIOS, que jamás “ha exigido nada a la vida, pero esta me ha colmado de maravillosas sorpresas, que me conmueven, a mi edad me sorprende que conservo intacta la capacidad de sorprenderme”


Resulta que “llega angustiada la madre superiora al convento y les dice:

— ¡Acabamos de descubrir que hay un hombre entre nosotras! fórmense contra la pared, y cuando pase frente a ustedes, se suben el hábito y de una por una me dicen su nombre. Y empiezan:

— Sor… Ana
— Sor… Helena
— Sor… Aidé

— ¡Sor…presa!”

viernes, 21 de agosto de 2015

ENTRE EL AMOR Y EL HUMOR

Hay una historia que cautiva mis sentidos: “Un alumno fue a donde su maestro zen, para preguntarle con gran curiosidad el significado del Zen. El maestro en silencio acercó una taza y comenzó a llenarla de té, llegó el momento en que el té se desbordó, pero el maestro continúo sirviendo té en la taza.


El alumno aturdido y desesperado le pregunta:


–– ¡Maestro! ¿Por qué sigue vertiendo té en la taza que ya está llena?


–– Intento mostrarte –dijo el maestro– que tú buscas comprender el Zen con una mente llena. Primero desocupa tu mente de conceptos antes de intentar comprender el Zen”1


La moraleja es profunda para intentar entender la vida, hay que vaciar el alma del dolor, el rechazo, el resentimiento, la soledad, el abandono, la tristeza, el miedo, el rencor, y llenarla de dos ingredientes sencillos pero poderosos: el amor y el humor.


“La vida es tan corta y el oficio de vivirla tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo ya hay que morirse” Y el Filósofo de Güémez si de algo quisiera morir es de amor y humor, son los ingredientes simples pero grandes que necesito para ser feliz.


El amor, con su luz, derrota a la oscuridad, elimina el miedo, te da libertad, te lleva hacer las cosas pequeñas con pasión, transforma lo ordinario en extraordinario, siempre tiene respuestas a las preguntas de la vida, te lleva a relacionarte en armonía con el ser más importante del universo: TU MISMO.


El humor, porque tiene un plan maravilloso y secreto, aunque tú lo ignores, que te lleva a ver la vida hermosa y llena de encanto, haciéndote responsable de lo que eres y lo que haces al dejar de torturarte con el dolor del pasado, transforma tus noches oscuras en días soleados, eliminando el ego y ayudándote a cerrar ciclos.


La vida ha enseñado al Filósofo de Güémez, los 20 motivos para gozar del amor y el humor:


1.- Cancelan la prisa y la inmediatez, dotándote de una visión positiva del presente y del futuro;

2.- Elevan tu autoestima ayudándote a creer en ti mismo y a vivir tu proceso;

3.- Fortalecen tu sistema inmunológico al generar los químicos de la felicidad;


4.- Te enseñan a escuchar el sentido divino de tú corazón, que te lleva a eliminar la adicción al drama;

5.- Fortalecen tu infinito poder personal;

6.- Te conectan con tu Maestro Divino;

7.- Hacen un rico maridaje con la vida en tu paso por ésta carnalidad;

8.- Enriquecen la relación contigo mismo y con los demás haciendo más ligero tu viaje;

9.- El amor y el humor, son el lugar más seguro para encontrarte contigo mismo;

10.-Generan una armonía y un equilibrio espiritual que te liberan de bloqueos emocionales y enfocan tu energía en la felicidad.

11.-Te generan una sensación de poder personal que te lleva a disfrutar lo que haces;

12.-Fortalecen tu autodisciplina invitándote a tomar retos y a definir tus prioridades;

13.-Rompen círculos viciosos y construyen círculos virtuosos;

14.-Te desanclan del pasado invitándote a soñar.

15.-Enfocan tu energía en creer en tu potencialidad;

16.-Te llevan a utilizar tu brújula interior para encontrarte con la sabiduría;

17-Te llevan por el camino de la energía positiva de la pasión y la creatividad;

18.-Te activan emocionalmente rompiendo barreras que impiden tu evolución y crecimiento;

19.-Encuentras gracia, poder y luz en ti mismo, llevándote a entender que no hay imposibles.

20.-Una vida vivida desde el amor y del humor, elimina miedos, desaparece culpas, perdona errores, quita peso a tu alma, crea una realidad espectacular, haciendo que tu vida valga la pena.


Apropósito de amor y humor, el Filósofo aprendiendo de la sabiduría y de la fina picardía que posee el mexicano afirma: “Cuando veas un pela’o con cara de gente buena… ¡es bueno!; con cara de pendejo… ¡es pendejo!; con cara de hijo de la tiznada… ¡es hijo de la tiznada!; con cara de sinvergüenza… ¡NO LE PRESTES!”


1.- totalpresenceespanol.org


viernes, 14 de agosto de 2015

¿CASUALIDAD O CAUSALIDAD?

“Cierto día que el Papa Juan Pablo II celebraba audiencias en una de las salas del Vaticano, recibió al gran Rabino del Estado de Israel, Meir Lau, una de las más altas autoridades religiosas del judaísmo. El encuentro se llevó a cabo en el más cálido ambiente de fraternidad que dio margen al siguiente relato anecdótico.


El líder religioso judío refirió al Santo Padre un hecho acaecido hace muchas décadas en un pueblo del norte de Europa. Le cuenta que, una vez concluida la Segunda Guerra Mundial, una mujer católica se dirigió al párroco del pueblo para hacerle una consulta.


Su esposo y ella tenían el gusto de mantener bajo su custodia, desde el inicio de la guerra, a un pequeño niño judío que le habían encomendado sus padres, poco antes de ser enviados a un campo de concentración.


Los padres del menor, desaparecidos en el infausto y aciago infierno de la aniquilación y extermino judío por parte de los nazis, habían previsto para él un futuro en la tierras de Israel, soñaban con ello.


La mujer, que se encontraba ante un conflicto espiritual profundo, solicitaba del joven sacerdote católico un consejo. Deseaba hacer realidad los sueños de los padres del niño y al mismo tiempo, amorosamente anhelaba quedarse con él y bautizarlo.


El joven párroco una vez que hubo escuchado el tema, le dio una comprensiva respuesta:
— Tu deber es sólo uno: ¡Respeta la voluntad de los padres!


El niño judío fue enviado al entonces naciente Estado de Israel, donde se educó y creció. La anécdota resultó demasiada interesante para Juan Pablo II, pero pasó a ser conmovedora cuando el gran Rabino añadió:


— Usted, eminencia, era ese joven párroco católico y el niño huérfano… ¡¡Era yo!!”1


La moraleja es profunda “en la vida no hay casualidades, lo que según nosotros se presenta como azar surge de las fuentes más profundas del universo” y siempre llega para nuestro bien.


Lo que si hay es una causalidad, la ley de la “Causalidad” –no tiene nada de extraordinario– nos dice que la acción, los pensamientos y la energía que se genera en torno nuestro cuando somos pequeños o que generemos cuando tenemos conciencia, regresarán a nosotros en igual intensidad con la que sean enviados, porque somos causa y efecto de nuestra vida.


Los sabios afirman que “las almas no se cruzan en el camino por casualidad” sino por una razón superior que a veces desconocemos; todo forma parte del camino de tu vida, cada ser llega con una lección, con una enseñanza, dejándonos su aroma y llevándose algo del nuestro.


Eso que el hombre llama casualidad, no existe, lo que si hay es un plan superior que estructurado matemáticamente desde el cielo, es portador de lo mejor para nuestra vida, aunque a veces nuestra razón no lo conciba, el corazón si lo interpreta y lo que es mejor… ¡lo entiende!


La “casualidad” siempre va al encuentro del hombre que descubre lo bello del paisaje del camino, aquel que trabaja con pasión, que lucha con fe, que tiene un sueño, aquel que sabe a dónde va, sirviendo con amor incondicional, sin esperar nada a cambio.


Claro que no es casualidad que encontremos lo que buscamos, Voltaire afirmó: “Lo que llamamos casualidad no es ni puede ser sino la causa ignorada de un efecto desconocido.” Y es ese efecto desconocido el que nos dice que nuestra vida tiene un propósito superior, sólo requerimos creer en nosotros mismos.


El estado de necesidad, hace que el ser humano busque lo que desea, y es Bíblico: “El que busca… encuentra”, cuando el hombre va apasionadamente en la búsqueda de sus sueños, se encuentra con el éxito, con la prosperidad, con la abundancia y la armonía, porque la “causalidad” hace que la fuerza de su voluntad, se una a un poder superior, que conduce al encuentro con lo que recalcitrantemente se desea.


Para el viejo Filósofo una cosa queda muy clara, todo lo que ocurre en nuestra vida es producto de la causa-efecto de la Ley de la “Causalidad”, que nos susurra al oído: “Más allá de los confines de la tierra, donde la noche termina y el día empieza; donde se divorcian horizonte e infinito, una voz celestial me susurró: el cielo y el infierno están en tu interior” y no son producto de la casualidad… sino de una “causalidad” que está llena de encantos, esa que hace que el Filósofo de Güémez afirme:


“El Vaticano es como la reforma Agraria… en 50 años ha producido cinco Papas”


1 http://www.reinadelcielo.org/el-papa-y-el-rabino/

filosofoguemez@prodigy.net.mx

viernes, 7 de agosto de 2015

...¡ES UNA ABEJA AFRICANA!

Me cautiva la frase que dice: “A veces perderse… es la mejor manera de encontrarse”


Y cuando tienes la magia de encontrarte a ti mismo, te conectas con tu maestro interior, que te lleva a aceptarte tal como eres, con tus debilidades y zonas de oportunidad, con tus virtudes, bienes y dones.


Cuando tienes la virtud de encontrarte contigo mismo, vives en un plano superior, pleno de Energía,  Entusiasmo, Pasión, Amor Incondicional, Luz Divina, Creatividad; te ensimismas en tus poderes y dejas de criticar a las persona –que es un homenaje a la mediocridad de quien critica– y te trasformas en un ser de luz amoroso, que conecta con la esencia de la vida.


Cuando te encuentras contigo mismo trabajas en tu trascendencia, vives no en cantidad de tiempo, si no con calidad; ves el dolor ajeno como una oportunidad de servir al prójimo, con ese toque de vida inesperado que da la alta frecuencia del amor.


Cuando te encuentras contigo mismo, dejas de posponer las cosas que llevan a tu evolución y crecimiento, naces a una forma diferente de vida, las puertas que estaban cerradas se abren, dejas de convertirte en víctima de la adversidad, pasando a ser protagonista de tu propia historia.


Cuando te encuentras contigo mismo, brota la pasión que te conduce a disfrutar la magia de la vida que el universo tiene para ti, entonces reconoces que no requieres poder o dinero para ser feliz, lo que necesitas es comprender que formas parte del milagro de la vida y que no estás aquí por casualidad, sino para amar, ser amado, creer en ti, crear, trascender, ser feliz y triunfar.


Cuando te encuentras contigo mismo, sabes que la vida es un exacto equilibrio, en donde lo que siembras cosechas, lo que das regresa, cuando te encuentres frente al odio y al amor, opta por éste, porque el amor es la mayor fuente de armonía y bienestar, elimina la obscuridad, vivir en sintonía con el amor es confiar en tu luz interna.


Encontrarte contigo mismo, es rencontrarte con tu sabiduría y brújula interior, aceptando las cosas buenas que la vida tiene para ti, ofrendándolas para servir, es entonces que tu ser se abre para iniciar los cambios profundos que necesitas para crecer y evolucionar.


Encontrarte contigo mismo, es saber que cada tropiezo trae una lección que es para ti, para que tomes impulso, te agigantes y vayas más allá de tus límites, sabiendo que el hombre se mide por resultados, porque es la adversidad la que tiene la virtud “de transformar la carne… en alma”


Encontrarte contigo mismo es vivir ensimismado en tus sueños… no en los de otros, sabiendo que conocerás el cúmulo de aptitudes y capacidades que tienes… cuando te des el permiso de intentar.
Cuando te encuentras contigo mismo, te dejas guiar por la voz de tu corazón, reconoces que la vida es un regalo que DIOS nos da, para vivir, no para sobrevivir, entonces dejas de magnificar los problemas, aprendes a ver tu humana fragilidad con aciertos y errores, y tienes sueños, que es atar tu fe a una estrella… e ir en pos de ella.


Encontrarte contigo mismo, es empezar el día con más sabiduría, es saber que la vida es más agradable cuando la ves desde la óptica del amor y del humor, a propósito de humor, en la iglesia del monasterio las monjitas ensimismadas en el poder de la oración rezaban en coro, cuando de pronto una de ellas grita despavorida:

— ¡Ay, una maldita abeja! ¡Mátenla! ¡Mátenla!
La madre superiora –siempre llena de natural sapiencia–, amigablemente la reprende:

— No es de cristianos maldecir, ni pedir que se mate a una criatura del Señor. Mira la cosa es muy sencilla, para que se vaya ésta abejita basta tomarla cariñosamente en la mano, así y ¡Ah abrón!... ¡ES UNA ABEJA AFRICANA, LA JIJA DE LA TIZNADA!