Saludos
con afecto al eficiente secretario de SAGARPA, Lic. Enrique Martínez y
Martínez,
felicitándolo
por la historia de éxito que está construyendo.
Por
Ramón Durón Ruíz
El
bien querido José “Pepe” Mujica afirma: “El poder no cambia a las personas…
sólo revela quienes verdaderamente son” Pasadas las elecciones del próximo 7 de
junio, los mexicanos conoceremos a los candidatos como realmente son, sin el
oropel imaginario que brinda el maquillaje del spot, sin la parafernalia
partidista.
En
éstas elecciones habremos de votar para elegir 300 Diputados Federales de
mayoría relativa y 200 de representación proporcional, además 9 gubernaturas en
Baja California Sur, Campeche, Colima, Guerrero, Michoacán, Nuevo León,
Querétaro, San Luis Potosí, y Sonora. También elegiremos Jefes Delegacionales y
Ayuntamientos en: el Distrito Federal, Baja California Sur, Campeche, Colima,
Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Estado de México, Michoacán, Morelos, Nuevo
León, Querétaro, San Luis Potosí, Sonora, Tabasco, Yucatán y Chiapas.
HOY
los ciudadanos, –a pesar de las reformas estructurales– vivimos en el
desencanto, el desconcierto y la desilusión política, nos sentimos agraviados
por nuestra partidocracia nacional, que ha omitido encauzar el trabajo
político-electoral, dentro de los márgenes de la racionalidad política, en
donde se subordine las diferencias partidistas, a los intereses superiores de
la nación:
1.-
Nuestra democracia vive en una paradoja que perturba, navega en el seno de una
profunda contradicción, tenemos partidos con mucho poder político-económico,
pero con escasa representatividad social, los ciudadanos no lo sentimos como
parte de nuestro andamiaje.
2.-
Por la ausencia de resultados tangibles en el combate a la pobreza extrema, la
generación de empleos y el combate eficiente a la inseguridad, haciendo que en
algunas regiones del país la gobernabilidad “viva al filo de la navaja”
3.-
Por una dictadura del spot que nos trae en la radio y la TV como “cucarachas
fumigadas”, ya no sentimos lo duro… sino lo tupido.
4.-
Porque no han entendido que el conflicto no entusiasma al ciudadano, para
invitarlo a las urnas y enfrentar el marcado abstencionismo, tienen agravios
unos contra otros, mientras los ciudadanos estamos ávidos de conocer sus
propuestas, que instrumenten soluciones que eficienten nuestra transición
democrática.
5.-
Pareciese que nuestra partidocracia nacional, intencionalmente carece de una
visión de gran calado, en la que han omitido trabajar en una metamorfosis de
naturaleza democrática que consolide las instituciones nacionales y afiance
nuestra democracia –para que respondan eficientemente a los reclamos sociales–
regularizando el proceso de diálogo, que como en Sud África y España, se
trabaje en un nuevo proyecto de nación, a través de un Gran Acuerdo para la
Reconciliación Nacional.
6.-
Porque han omitido la construcción de un nuevo sistema político, que en la rica
pluralidad que se vive, edifique instituciones sólidas y funcionales, que
trabaje en un reto no resuelto: la trasparencia y la rendición de cuentas y se
de a los ciudadanos buenos resultados.
7.-
Porque parece que aplican la frase “Lo que pasa en las Vegas… se queda en las
Vegas” y se dedican a contar lo malo, magnificando los errores de cada uno, en
vez de contar lo bueno, haciendo de nuestra democracia una tragicomedia, que no
se, si nos trae bien “desmedrados… o desmadrados”
Lo
anterior me recuerda la anécdota aquella en la que: “Había un general zapatista
llamado Zeferino Ortega, a quién apodaban ‘El Mole’. En alguna ocasión, acudió
acompañado de su asistente un tal Febronio, a una junta con el General Eufemio
Zapata y el Licenciado Antonio Díaz Soto y Gama.
Eufemio
se notaba pálido y extenuado, pues llegaba de abatir a los federales por el
rumbo de Tuxtla, en Guerrero. Soto y Gama, pulido en su hablar, le comentó: ––
EUFEMIO, LO VEO SUMAMENTE DESMEDRADO.
Eufemio
Zapata no entendió por supuesto los términos y pidió al Licenciado que se lo
aclarase.
––
Sumamente desmedrado, quiere decir muy débil y desmejorado.
A
‘El Mole’ le pareció bonito y elegante el vocablo. Y ya rumbo a Acamilpa, le
dijo a Febronio:
––
Desmedrado…desmedrado… ¡que chula y fina palabra! A ver si te la metes en la
cabezota, vale, pa’ que aprendas a palabriar como la gente de razón…
Una
semana más tarde, Zeferino Ortega envió a Febronio a cumplir un encargo, de
Juitepec a Cuernavaca.
A
su regreso, dos días más tarde, el asistente encontró a ‘El Mole’ muy
quebrantado, en salvaje alboroto el enorme greñero, lleno de polvo y fatiga.
Acordándose del término oído a Soto y Gama, Febronio exclamó:
––
Ay, carajo Zeferino… ¡TE VES TODO ‘DESMADRADO’!
––
Y como no iba a estarlo ‘endejo… si los federales nos la acaban de partir
toditita delante de Yautepec.”1
1http://crisolplural.com/2010/11/21/anecdotas-de-pancho-villa/