Semana
Santa es época de reflexión y de amor; amamos a Cristo, que sufrió en el
Calvario, reflexionamos el profundo conjunto de símbolos que la semana “Mayor”
tiene para nosotros.
Cuando
en un gesto de sublime humildad o contrición entramos en Oración, nos abrimos
al más maravilloso encuentro con el Señor, porque toda la magia del universo se
concentra en nosotros y se dirige a la creación. Iniciamos un sorprendente y
sanador proceso de renovación que vacía nuestro espíritu de resentimientos, de
dolores, de sinsabores, de pensamientos obsesivos, de rencor.
Semana
Santa es una oportunidad para el sano descanso, el amor, la paz, el reencuentro
con nosotros mismos, con lo que amamos y con los que amamos, es una gran
oportunidad para reflexionar sobre el
dolor del mártir del Gólgota, aquel
hombre humilde que al morir en la cruz nos dejó cientos de lecciones;
entre otras:
1.-
Cuenta tus alegrías, nunca tus desdichas.
2.-
Transforma lo cotidiano, en algo extraordinario.
3.-
Levanta tu mirada al cielo, pide un deseo y lucha por alcanzarlo.
4.-
Vive tu día como si fuese el último de tu vida
5.-
Comprende, esfuérzate, lucha, ten coraje y nunca te impongas límites.
6.-
Recuerda… hay muchos sueños que esperan ser realizados.
7.-
Nada hay más desgastante que los problemas que nuestra mente imagina y que
nunca habremos de enfrentar.
8.-
Nunca tomes tu camino con demasiada seriedad, invierte en el banco de la vida,
la amistad… es la mejor inversión.
9.-
Sorpréndete en vida riendo sin parar.
10.-
Recuerda que la vida da muchas vueltas, es tan paradójica que lo malo se hace
bueno y lo bueno se hace malo, lo mejor es dejar las cosas en manos de Dios
porque, en nuestra vida todo sucede con un propósito.
11.
Nunca tomes las desgracias, ni la fortuna como algo absoluto, ten la inteligencia de siempre
darle tiempo al tiempo.
12.-
Solamente el HOY es definitivo.
13.-
Da la importancia a los poderes secretos que el Señor te confió: el poder del
abrazo, una sonrisa, una palabra de aliento, un cumplido honesto; tienen el
potencial de la vida, dale un giro de 360 grados.
14.-
El corazón y el espíritu del ser humano son inmensamente más fuertes que
cualquier inmensidad.
15.-
Llena tu corazón de recuerdos positivos.
16.-
Respeta los cambios de la vida…aprende de tus experiencias.
17.-
El arte de la vida consiste en enamorar, reír, ser feliz, y dar felicidad a
quienes te rodean.
18.-
Construye tus caminos en el HOY.
19.-
Expresa respetuosamente tus sentimientos más profundos para que vivas en
libertad.
20.-
En esta vida aprende a ser solución... No problema
Hay
personas que conocen el arte de cultivar flores en su jardín, consiguiendo
muchas veces maravillas de color: rosas abundantes y frescas, tulipanes,
bugambilias y jacarandas en flor.
En
el jardín del alma se pueden cultivar otras flores como el humor, la esperanza
y el amor. Las flores de tu jardín alegran tu vida. Planta flores, planta
humor, esperanza y amor. Verás cómo en tu alma brilla una perenne primavera. Si
aquí descubres algunas flores para tu jardín, córtalas; son tuyas.
Lo
de la Semana Santa me recuerda la ocasión aquella, en la que gozando del fresco
de la tarde, el Filósofo se encontraba plácidamente en el patio de su casa,
cuando llegó Simpliano, después de los saludos de rigor éste le preguntó:
––
Oye, supe que tuviste ayer un fiestononón, que vino gente de donde quiera
porque bautizaste a tu hijo, ¿Qué nombre le pusiste al chamaco?
––
Muy sencillo, le pusimos Poncio Pilatos.
––
¿Poncio Pilatos?, a chingáo chingáo chingáo ¿Y por qué ese nombre?
––Pa’
ver si este ‘abrón, si se lava las manos sin que tenga que decírselo cien veces
como a sus hermanos.
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