Un sabio filósofo
chino como lo fue Confucio afirmó: “Escoge un trabajo que te guste y nunca
tendrás que trabajar ningún día de tu vida”
Eso es lo que le
sucede a éste campesino de Güémez, me encanta tanto mi trabajo, que en el otoño
de mi existencia, en verdad no trabajo… disfruto el oficio de vivir.
Recientemente he
sido bendecido –como siempre– por mi Padre, al abrirme las puertas para dictar
Conferencias y Talleres con la familia Celada, en San Pedro, N.L.; en el
Instituto Tecnológico Superior de Jerez, Zacatecas, con el C.P. Jesús Limones
Hernández; en el Colegio de Contadores Públicos de San Luis Potosí con el
C.P.C. Víctor Manuel Meraz Castro; con el Colegio de Profesionistas en Morelia,
con mi amigo el Dr. Sergio Rojas Bautista; con Rotary Internacional, con el
Gobernador de Distrito 4170 Carlos Rodríguez; con el Colegio de Contadores
Públicos de Xalapa, con el C.P.C. Héctor
Eugenio Mancisidor; en mi calidad de Embajador del SNTE, en la Sección 53 del
SNTE de Sinaloa, con el Profesor José Silvino Zavala Araujo; con personal del
Ayuntamiento de Xalapa, con mi amigo Lic. Américo Zúñiga Martínez; con personal
de la Contraloría del Gobierno de Veracruz, con mi amigo Ricardo García Guzmán.
A todos ellos, –que
creen en mi trabajo– les doy las gracias; ser agradecido, es vivir con un suave
coqueteo con el despertar de la energía vital, con una vida plena de afecto, de
emociones positivas, de felicidad y una regocijante alegría, la gratitud es el
camino para el encuentro con la paz interior, la abundancia y la prosperidad.
Hay un dicho de los
aborígenes australianos que me cautiva: “Todos estamos de visita en éste
momento y lugar. Sólo estamos de paso. Hemos venido a observar, aprender,
crecer, amar, […agradecer] y volver a casa”
Trabajar en lo que
me gusta, no es trabajar, más bien es disfrutar la vida haciendo lo que sé
hacer, ello me conduce a ser íntimamente feliz.
En las Conferencias
y Talleres que dicto, invito a los participantes a creer en ellos, sabiendo que
“creer es crear”; a pensar en grande; a amarse y respetarse, porque “nadie
puede dar lo que no tiene” y sabiendo que la palabra tiene poder, a decretar
cada mañana: ¡éste es el día más hermoso de mi vida!, iniciando desde la
sencillez y la simplicidad, que conduce a la felicidad; busco que mis palabras
sean tan simples y sencillas, que puedan ser entendidas hasta por mí.
La vida me enseña
que las grandes obras surgen de seres en armonía con el universo que al gozarse
en la felicidad, viven con ideas simples y sencillas, será porque ser simple,
es dejarse conquistar los sentidos corporales y los extra corpóreos, por la
innata sabiduría del alma, que siempre te lleva por el camino del sano
aprendizaje y al encuentro con tu profundo sentido de vida: ¡Ser Feliz!
“El taburete de
tres patas, es una metáfora de la felicidad: una pata simboliza tener el pan
nuestro de cada día; la segunda pata, amar y ser amado; la tercer pata tener un
techo que nos cobije.” Te das cuenta que es muy poco lo que necesitas para ser
feliz.
“La felicidad no es
un puerto, es una forma diaria de navegar”, que te conduce a celebrar la fiesta
de la vida, es el resultado de la armonía de mente-cuerpo-espíritu, de un
reconfortante equilibrio espiritual que te lleva a no poner trabas para ser
capaz de ver la vida desde la óptica del amor, sabiendo que en la vida todo
tiene sus pros y sus contras, el secreto es fijar tu atención en “el vaso medio
lleno”.
La felicidad es una
actitud, una decisión personal que libera a tu alma de viejos pesares y nuevos
agravios, te ayuda a amarte, conocerte y disfrutarte, y viajar ligero de
equipaje, llevándote a gozar de lo simple.
El humor nace de la
felicidad, es una explosión amorosa de inocencia, que no es otra cosa que la
inmensa sabiduría que DIOS nos regaló, –para hacer el cielo en la tierra–, que al
vincularnos con nuestro Maestro interior, nos lleva a redescubrir el placer de
vivir intensamente una sinfonía de amor a la vida, gozando sus afectos y
efectos más intensos, con esa mágica ecuación existencial que es reír y amar a
la vida, edificando un vínculo elástico entre problemas y soluciones, una
alquímica conexión, un mágico puente entre querer, tener, disfrutar, creer,
crear y ser inmensamente feliz.
A propósito éste
Filósofo afirma:
“La gente feliz, es
como el amor de madre… ¡NO SE FIJA EN ‘INGADERAS!
filosofo2006@prodigy.net.mx
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